Las características del Zinc
El zinc es un material noble, natural y duradero que se protege a sí mismo gracias a su pátina. Es muy maleable, de fácil manipulado y requiere poco mantenimiento. Todas estas cualidades hacen del zinc la piel perfecta para vestir tu edificio.
VMZINC, una aleación de alto rendimiento
Composición de la aleación
El zinc es un elemento natural extraído del mineral de la esfalerita. Un proceso metalúrgico, que incluye la tostación de la esfalerita, la reducción del óxido de zinc obtenido y el refinado por electrólisis, permite la obtención del zinc utilizado en la construcción.
Mezclado con cobre y titanio, el zinc laminado VMZINC se convierte en un material de óptimas características con altísimas resistencias mecánicas y mayor resistencia a la deformación.
Está fabricado con zinc de alta calidad Z1 (99,995% de zinc puro) definido por la norma EN/DIN 1179 con una adición de:
- Titanio: mín. 0,06% - máx. 0.2% ,
- Cobre: mín. 0,08% - máx. 1.0% ,
- Aluminio : máx. 0,015 %.
Se obtiene así un zinc laminado según la norma europea EN 988.
Esta norma impone especificaciones muy estrictas sobre la composición del zinc laminado y sus características físicas, mecánicas y dimensionales, que la convierten en un referente internacional. El titanio aumenta la resistencia a la fluencia permitiendo una mayor expansión y contracción térmica del material sin causar deterioro del metal
Norma EN 988
La norma europea EN 988 se aplica desde 1997 en 18 países europeos. Esta norma impone especificaciones muy estrictas sobre la composición del zinc laminado y sus características físicas, mecánicas y dimensionales, que la convierten en un referente internacional.
Propiedades físicas | |
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Densidad | 7.2 kg/dm³ |
Coeficiente de expansión (en dirección de laminación) | 0.022 mm/m/°C |
Punto de fusión | 420°C |
Temperatura de cristalización | 300°C |
¿Por qué elegir zinc?
La historia de VMZINC es la de una tradición que se remonta a más de 180 años. Una historia que atraviesa los siglos y refleja la imagen de un metal noble, duradero y robusto con una durabilidad excepcional y una gran maleabilidad.
El zinc es un material flexible y vivo que se presta fácilmente a moldear, plegar, curvar. Envuelve armoniosamente las formas y estructuras de cualquier tipo de construcción.
¡Este material noble mejora con los años gracias a su pátina natural, lo que le otorga una excelente durabilidad sin necesidad de mantenimiento!
Resistencia
VMZINC ofrece a los edificios soluciones envolventes duraderas capaces de soportar la mayoría de climas del planeta:
- estanqueidad al agua a partir del 5% de pendiente.
- fácil gestión de los condicionantes de dilatación-contracción, vientos extremos, sobrecargas climáticas y no propagación del fuego.
Mejor que cualquier otro material, gracias a sus características mecánicas, el zinc permite que todos los sistemas de evacuación de agua pluviales soporten las condiciones climáticas más violentas, como el granizo, saltos térmicos importantes o los rayos UV en zonas muy soleadas.
Maleabilidad
La creatividad de los arquitectos no tiene límites, el VMZINC tampoco. Gracias a su maleabilidad, encaja con las formas más originales, enfatiza la volumetría del edificio y es fácil de trabajar: las pendientes, los desniveles o los ángulos particulares no son un obstáculo para un diseño en zinc VMZINC.
Tanto en el revestimiento de la cubierta como en la fachada, el laminado VMZINC ofrece una gran libertad de diseño:
- El material se adapta a todas las pendientes desde el 5% hasta la vertical.
- Adquiere formas complejas que son difíciles de lograr con otros materiales y se pliega a pequeños radios de curvatura gracias a una maleabilidad sin igual.
El instalador puede trabajar fácilmente en las evacuaciones de aguas pluviales y realizar acabados complejos en la obra, trabajo que es imposible, especialmente con el PVC, que no tiene esta maleabilidad.
Adaptabilidad
Los productos VMZINC se adaptan a todo tipo de edificios, permiten total libertad de expresión arquitectónica:
- geometrías más o menos marcados y sin fijación visible, combinando las formas más complejas (cónicas, curvas con curvatura simple o doble),
- amplia gama de planos de construcción y gestión de detalles complejos planteados por el arquitecto que son imposibles de lograr con otros materiales.
- Las soluciones de VMZINC se adaptan a las particularidades profesionales locales, los requisitos normativos y el confort específico de cada edificio.
Reciclaje
El zinc es un metal respetuoso con el medio ambiente, que se beneficia de un balance energético general favorable.
El 100% de los productos de zinc laminados o conformados que han llegado al final de su ciclo son reciclables y el 98,3% lo son realmente.
Su fabricación consume poca energía en comparación con otros metales utilizados en la construcción.
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Larga vida útil
El zinc se protege contra la corrosión externa desarrollando una pátina que le otorga una vida útil excepcional. Esta pátina gris claro tarda entre seis meses y dos años en formarse, dependiendo del clima, la exposición del sitio y la composición de la atmósfera. Con una tasa de corrosión media de 1 µm/año, incluso el zinc laminado muy fino (0,7 mm) puede alcanzar una vida útil de 70 a 100 años dependiendo del entorno (60 años en un entorno agresivo hasta más de 100 años en un entorno más suave). El zinc continúa desarrollando una capa protectora a lo largo de su vida que ocultará imperfecciones y rasguños.
Propiedades acústicas
Los sistemas tradicionales VMZINC ofrecen una insonorización muy eficaz frente al ruido aéreo (tráfico rodado, aviones, etc.). Su rendimiento acústico se ve mejorado aún más por el mayor espesor del aislamiento térmico debido a las normas más estrictas para el aislamiento térmico de las envolventes de los edificios. El zinc también tiene un mejor rendimiento acústico que las aleaciones más rígidas (aluminio, acero inoxidable, etc.) con ruidos de impacto como la lluvia.
Zinc y vida
Zinc y organismos vivos
El zinc es un elemento esencial para todos los organismos vivos. Es necesario e indispensable para la vida del hombre, de los animales y de las plantas.
Existe una concentración óptima de zinc para cada organismo vivo. Estos últimos pueden regular su concentración interna para satisfacer las necesidades de su metabolismo.
Si no se cumplen estas condiciones óptimas y hay déficit, puede producirse una deficiencia de zinc, al igual que en el caso de un exceso surgen problemas ecotoxicológicos.
Los seres humanos generalmente no están expuestos a un exceso de zinc, pero pueden sufrir deficiencias.
Por el contrario, los ecosistemas rara vez están sujetos a una falta de zinc, pero pueden estar sujetos a un exceso de zinc.
Zinc y humanos
El zinc juega un papel esencial en la salud. Es esencial para el crecimiento, el desarrollo del cerebro, la protección de la piel, el funcionamiento adecuado del sistema inmunitario, la digestión, la reproducción, el gusto, el olfato y muchos otros procesos naturales.
El cuerpo humano es incapaz de sintetizar el zinc que necesita. Por lo tanto, extrae zinc de su dieta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta diaria de zinc de 10 mg/día para niños, 12 mg/día para mujeres y 15 mg/día para hombres. Algunas poblaciones tienen mayores necesidades de zinc y, por lo tanto, tienen más riesgo de deficiencia: niños y adolescentes, mujeres embarazadas, ancianos, etc.
Los síntomas relacionados con el riesgo de deficiencia son: disminución del gusto y el olfato, problemas de la piel, letargo mental y reducción de la fertilidad.
La variedad de la dieta de una persona depende principalmente de su cultura y nivel de vida. Dado que la cantidad de zinc varía según el tipo de alimento, muchos adultos y niños tienen dietas que son demasiado bajas en zinc en todo el mundo. En los países en desarrollo, la deficiencia de zinc ocupa el quinto lugar entre los 10 principales factores de riesgo para la salud humana; La Organización Mundial de la Salud (OMS) atribuye 800.000 muertes a la deficiencia de zinc en todo el mundo cada año.
Zinc y ecotoxicología
El zinc está naturalmente presente en el medio ambiente: las rocas, el suelo, el agua y el aire contienen naturalmente concentraciones variables. Durante su evolución, todos los organismos vivos han utilizado el zinc disponible en su entorno para funciones específicas de su metabolismo. Así, el zinc es un elemento esencial, necesario e indispensable para todos los organismos vivos en todos los ecosistemas.
Los organismos vivos están adaptados a la concentración natural de zinc en su ecosistema. Además, han desarrollado mecanismos para mantener condiciones de vida óptimas cuando este nivel de concentración se desvía de la norma natural. Pero si la concentración de zinc cambia drásticamente, las condiciones de vida ya no son óptimas y el funcionamiento del ecosistema puede verse afectado.
Es por ello que se pueden realizar estudios ecotoxicológicos para evaluar el riesgo para el medio ambiente de un exceso de zinc.
En estos estudios ecotoxicológicos sólo se debe tener en cuenta la concentración de zinc disuelto porque la parte insoluble no tiene efecto. La concentración de zinc disuelto se ve afectada por las propiedades de su entorno, como el pH, la dureza del agua, el carbono orgánico disuelto y la temperatura. Por lo tanto, cualquier estudio del impacto ambiental del zinc debe tener en cuenta las especificidades del ecosistema en cuestión y la concentración de zinc disuelto, y no la concentración de zinc total.
Los estudios ecotoxicológicos han demostrado que las concentraciones de zinc en los ecosistemas europeos, ya sea por actividades humanas (como la corrosión atmosférica del zinc laminado y el acero galvanizado, el desgaste de los neumáticos de vehículos, fertilizantes y alimentos para animales,...) o por actividades volcánicas, se mantienen dentro de los límites de una vida óptima. Un buen ejemplo: los niveles actuales de zinc en el Rin (valores extremos de 3 a 25 µg/L) que se encuentran en el rango óptimo para el zinc.